Futuro prometedor por la Formación Profesional, que se posiciona como pieza fundamental en el mercado laboral
La Formación Profesional (FP) se ha convertido en una pieza clave del engranaje educativo y laboral actual. En un mundo en constante cambio, donde la tecnología y las necesidades empresariales evolucionan rápidamente, la FP ofrece una respuesta ágil y eficiente para la inserción laboral de los jóvenes: el 54,50% de los graduados trabaja antes de nueve meses desde su graduación , según el Estudio sobre la inserción laboral de los graduados de enseñanzas profesionales, de la Generalitat de Catalunya.
Aunque históricamente la FP ha sido percibida como una opción secundaria respecto a la educación universitaria, la realidad actual es otra, tal y como contextualiza lo que es el Subdirector General de Formación Profesional y Cualificación por el Empleo, Miquel Carrión: “ La FP arrastraba el estigma de ser una segunda opción; hace unos años parecía que la vía para tener trabajo y un futuro próspero pasaba por cursar estudios superiores y se creía que la vía por la que no tenía las capacidades para ir a la Universidad era hacer FP. Por suerte, esa mentalidad ha ido cambiando y la FP cada vez es más una primera opción”, asegura. Unas afirmaciones que comparte el Presidente ejecutivo de la Agencia pública de formación y calificación profesional de Cataluña, Fabian Mohedano: la FP se ha convertido clarísimamente en una primera opción; estamos en un proceso irruptivo en el que la gente se da cuenta de la importancia de la FP y lo que antes se veía de segunda división, ahora ha subido a primera porque el contexto ha cambiado: las empresas necesitan gente formada en oficios y las familias dan cuenta de que la FP es una muy buena salida, que prepara muy bien. Un hecho que constata en primera persona Núria Brachs Fornells, Técnica de Empleo de la OPE Manlleu: “Ahora mismo la FP se encuentra en un buen momento, porque las empresas la vuelven a reconocer como una buena forma de encontrar personal cualificado y bueno técnicamente”, dice.
«Estamos en un proceso irruptivo en el que la gente se da cuenta de la importancia de la FP y lo que antes se veía de segunda división, ahora ha subido a primera»
Un cambio de paradigma que se está dando en la concepción de la FP y también en la planificación de los estudios, que “no se planifican en base a las demandas de las familias, sino de las empresas, lo que implica que las empresas se comprometen a dar un sentido al trabajo político”, asegura Mohedano. Y así se detalla en el Informe General de Prospectiva 2023-2026 de la Agencia Pública de Formación y Cualificación Profesionales de Cataluña, que determina tres grandes líneas de actuación: el aumento de la oferta de plazas en aquellas familias profesionales que apuntan una necesidad de disponer de más trabajadores cualificados en relación con las plazas formativas existentes actualmente (química, informática y comunicación, transporte y mantenimiento de vehículos, sanidad y servicios socioculturales y en la comunidad); fomento de las vocaciones mediante la orientación (marítimo-pesquera, industrias alimentarias, edificación y obra civil, industrias extractivas, hostelería y turismo, Madera, mueble y corcho, fabricación mecánica, electricidad y electrónica, instalación y mantenimiento, seguridad y medio ambiente, energía y agua, y comercio y marketing; y estabilización de plazas (agraria, imagen personal, actividades físicas y deportivas, imagen y sonido, artes gráficas, textil, confección y piel, artes y artesanías, y administración y gestión).
«Tres grandes líneas de actuación en el futuro de la FP: el aumento de la oferta de plazas, el fomento de las vocaciones mediante la orientación y la estabilización de plazas»
Unas medidas que pretenden dar respuesta a los retos que plantea actualmente la FP en la inserción de los jóvenes en el mundo laboral: “La FP es una palanca de transformación de la economía y partimos de la realidad de que actualmente el 48% de los estudios son superiores, el 25% de nivel medio y el 27% de baja calificación. En 2026 debemos tener una baja calificación de menos de un 10% y por tanto, hay que hacer crecer la calificación media y reducir la baja calificación” detalla Mohedano. Una necesidad que también puntualiza a Brachs: “hay un desencaje muy importante entre oferta y demanda; falta mano de obra, no se encuentran jóvenes formados en oficios. Tenemos población sobretitulada o población con falta de formación, pero la franja del medio, que es en la que debería haber más personas, nos falta y las empresas ahora mismo necesitan esto, gente formada en FP. Y muy importante también, que estas personas tengan competencias transversales: las empresas siempre nos dicen que el trabajo técnico ya les pueden ir enseñando, pero que la motivación deben llevarlo de casa, es muy importante la actitud a la hora de conseguir y mantener un trabajo”, asegura.
“…hay un desencaje muy importante entre oferta y demanda; falta mano de obra, no se encuentran jóvenes formados en oficios”
Con esta mirada trabaja también la Fundación Impulsa, que rema para que todos los jóvenes puedan acceder con igualdad de oportunidades a continuar sus estudios cursando FP, y es que fruto del Método Impulsa, más del 80% de los jóvenes a los que acompaña obtienen el título de Formación Profesional, frente al 50% de la media catalana. Unos datos que también ponen de manifiesto la importancia del acompañamiento transversal a estos jóvenes, tal y como explica la Responsable de Talento y Empresa de Impulsa, Judit Sanchez: “El acompañamiento psicopedagógico de la Fundación Impulsa parte de una visión integral del joven. Los impulseros cuando empiezan a formar parte de la Fundación tienen entre 16 y 17 años y gran parte marchan con 19 – 20 años. Se trata de una etapa vital que comprende todavía la adolescencia y la post adolescencia donde la evolución personal a nivel madurativo es primordial. Siguiendo este proceso vital, desde Impulsa se les acompaña a nivel socio educativo a través de la mentoría, en el desarrollo de su conciencia emocional, autoestima, habilidades socioemocionales y con habilidades para la vida. Este acompañamiento se realiza desde la figura del técnico/a referente, las formaciones grupales, las acciones de voluntariado que los jóvenes se comprometen a llevar a cabo y la relación de mentoría. Además, y desde el primer año que forman parte de la Fundación, intensificado en los últimos cuando los jóvenes ya se encuentran (en su mayoría) cursando un grado superior, se trabaja por la toma de conciencia y desarrollo de sus competencias transversales enfocadas al mercado laboral con el fin de seguir tejiendo puentes entre los jóvenes impulseros estudiantes de FP y el mercado de trabajo”. Y es que el índice de inserción laboral de los jóvenes Impulsers se sitúa por encima del 80%, muy por encima del 55% de la media catalana en FP.
“…fruto del Método Impulsa, más del 80% de los jóvenes a los que acompaña obtienen el título de Formación Profesional, frente al 50% de la media catalana”.
Una media que todo apunta a que debe ir al alza: “Creo que en cinco años veremos cosas muy potentes que ahora no nos imaginamos. La FP se ha convertido en una pieza fundamental en el mercado laboral moderno, jugando un papel clave en la formación de profesionales cualificados capaces de responder a las necesidades cambiantes de las empresas y las industrias. En un mundo laboral que evoluciona rápidamente, la FP ofrece ventajas significativas tanto para los estudiantes como para los empresarios, contribuyendo a un ecosistema económico más dinámico y resiliente”, sentencia Mohedano. Una afirmación que también comparte Brachs: “La FP dota a los jóvenes de un conocimiento muy práctico que aporta un valor diferente al de un grado universitario, que no es tan terrenal, y esto es un valor añadido porque puedes acceder más rápidamente al mercado laboral con unos conocimientos técnicos que no tienes cuando sales de la universidad. También está la FP Dual, que facilita a los jóvenes estar contratados durante un año en una empresa, y eso les aporta mucho porque detrás de esta contratación está la figura del centro educativo, los docentes, un plan formativo… Es una algo que tanto las empresas como los jóvenes valoran muy positivamente”. La inserción laboral de los graduados y graduadas en FP dual es del 66% antes de nueve meses desde su graduación.
Y es que según Carrión y Mohedano, éste es uno de los grandes retos de la FP: que las empresas entiendan la importancia de tener personas en prácticas de forma constante, convirtiéndose en un agente formador y parte de la gobernanza de los nuevos modelos de centro de FP.